Terrifier 3: el éxito cinematográfico que se construyó desde el podcasting

La Casa de los Famosos 3; Ibai se convierte en Willy Wonka; radiografía de las emociones que se hacen virales en miniaturas; Anfibia estrena Sueño Perpetuo; la nueva revista digital de Bloomberg

Storybakers:

El éxito del nicho que se hace mainstream.

La historia de bajo presupuesto que se convierte en fenómeno cinematográfico.

Terrifier 3 es al 2024 lo que The Blair Witch Project a 1999.

Una película de terror realizada con producción casera que revienta la industria.

Terrifier lo hace, además, con el potencial de seguir presentando secuelas apalancado de una propiedad intelectual tan poderosa como Art.

Ese payaso que a ojos de Cineverse va en camino de convertirse en el Freddy Krueger de nuestros tiempos.

Registra hoy más de 44 millones de dólares en el Box Office.

Lo ha conseguido con un presupuesto de producción de apenas 2 millones de dólares.

Y lo que es aún más notable, con una inversión en marketing de 500 mil dólares.

Para muchos esta tercera entrega ha sido un descubrimiento.

Pero su historia ha ido en ascenso.

En el 2018, la primera entrega de Terrifier generó 342 mil dólares en el Box Office con un presupuesto de producción de 35 mil.

En el 2022, su segunda entrega alcanzó 15 millones 700 mil dólares con un presupuesto de 250 mil dólares.

Esta tercera entrega, habiéndose estrenado el 11 de octubre, triplica los ingresos con 44 millones de dólares.

En plática con Matt Belloni, Chris McGurk, CEO de Cineverse, contó el playbook que siguieron.

Apuntó a la Cineverse Podcast Network como la gran llave para crear conversación con un presupuesto mínimo de marketing.

Con foco en podcasts de horror y true crimes, la Cineverse Podcast Network cuenta con más de 9.6 millones de escuchas únicos y 12.7 millones de descargas mensuales.

Fue ahí donde Cineverse construyó el éxito viral del que hoy todos hablan en Hollywood.

Terrifier supo capitalizar el fail de la segunda entrega del Joker para convertirse en un mejor Guasón que el Guasón.

El poder del terror es tan grande que funciona en todos los formatos.

Funciona como la gran categoría por excelencia del podcasting tanto en historias crudas como el True Crime como a nivel comedia del tipo Leyendas Legendarias.

Funciona con canales de YouTube que terminan conquistando millones de seguidores.

Como lo han hecho Sam & Colby con “Legends of the Paranormal”.

Y como ha ocurrido siempre con los medios de nota roja relatando los grandes crímenes en las ciudades.

El terror es, por mucho, uno de los territorios más fértiles para seguir construyendo propiedad intelectual.

Es, además, uno de los muy contados géneros que llaman a acudir a las salas de cine por la experiencia inmersiva que representa.

La de los villanos, la sangre y la muerte es una de las máximas pasiones de consumo de la humanidad.

Si la población devoraba las historias de Jack El Destripador, ahora abraza al Joker, al Pingüino y hasta a los narcos para convertirlos en una especie de antihéroes.

Si se pretende explorar la creación de propiedad intelectual, el terror tendría que ser uno de los caminos.

Y ahí los medios y los creadores, incluso hoy, tienen un espacio por ganar.