Stream Fighters 3: el récord mundial escrito por creadores latinoamericanos

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Storybakers:

Se ha hecho historia en Latinoamérica.

El crecimiento de Kick como alternativa a Twitch no podría contarse sin el papel de Westcol.

El streamer colombiano ha vuelto a romper el récord mundial de Kick con la tercera edición de Stream Fighters.

Alcanzó una media de 915 mil espectadores.

En su minuto de oro registró 1 millón 417 mil espectadores.

Rompió sus propias marcas y las de Kick por casi el doble de lo que había generado.

En Stream Fighters 2 su momento pico fueron 806 mil viewers.

La fórmula a estas alturas ya es de manual.

Un concepto angular apalancado de múltiples marcas personales que aportan cada una sus respectivas comunidades.

Los grandes protagonistas de la noche fueron Alana y JH de la Cruz.

Ambos con sus valores muy específicos para impactar a la audiencia.

Alana como esa creadora de contenido que se ha convertido en atleta tras haber triunfado en la Velada del Año 4 de Ibai y haberse consagrado como primera presidenta campeona de la Kings League Americas.

JH de la Cruz como un “un enviado de Dios” que minutos antes de salir a comerse al rival predicaba mensajes divinos.

Fueron muchos los fanáticos que aseguraron que sobre el ring JH de la Cruz contó con la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Hubo incluso quienes advirtieron que a ese emisario de Dios se le había metido el demonio en cuanto se puso a boxear.

Así es el nuevo deporte.

Más entretenimiento que deporte.

Más a lo WWE que al alto rendimiento.

Pasa no sólo entre los creadores.

La FIFA, por ejemplo, se inventó un lugar para el Inter de Miami de Lionel Messi en el Mundial de Clubes.

El pretexto ha sido que ganó la MLS Supporters’s Shield 2024.

En la realidad, la FIFA tenía que encontrarse cualquier pretexto para que Messi pudiera estar en el Mundial de Clubes con su equipo inaugurando la competencia.

En el boxeo ocurre lo mismo.

La próxima pelea entre Jake Paul y Mike Tyson se ha convertido en más show que deporte desde su concepción.

Sobre todo a raíz de que ambos cruzaran una apuesta en la que Mike Tyson tendría que tatuarse “I love Jake Paul” en caso de no resistir más de 4 rounds, mientras que Tyson se llevaría 5 millones de dólares en caso de superar dicha instancia.

Aunque algunos promotores han llamado a que se anulen ese tipo de apuestas por su potencial impacto en el mercado de las apuestas, Netflix está feliz con el hype que genera esta pelea entre uno de los más grandes boxeadores de todos los tiempos a sus 58 años contra uno de los más grandes creadores del mundo convertido en boxeador profesional.

El boxeo de creadores aún tiene para dar en este 2024.

En Argentina está próxima a celebrarse la segunda edición de Párense de Manos.

Será el 19 de diciembre, de nuevo con Kick como plataforma de transmisión, cuando una serie de creadores latinoamericanos se enfrenten en una serie de combates de boxeo.

A este deporte para muchos le falta legado.

No hay ni un apego a la historia ni un respeto a las reglas tradicionales.

Pero los creadores han encontrado en el boxeo, como lo hiciera la televisión con el pago por evento, la puerta de entrada para crear experiencias presenciales que den la vuelta al mundo.

Una vuelta al mundo que no se da sólo con Ibai en España.

También con Westcol desde Colombia.

Para una región que suele demorar tanto en atraer tendencias, el éxito de ediciones propias tanto en Colombia como en Argentina resulta digno de mención.

Stream Fighters no está aún a la altura de La Velada del Año.

Hubo notables fallas de audio.

El stream padeció problemas técnicos desde Kick.

Aunque hay que recordar que el propio Ibai ha visto disminuido su récord mundial en Twitch el año pasado cuando la plataforma colapsó al llegar a 3.4 millones de espectadores.

Destacó en el evento la presencia de botargas del Dr. Simi.

Esa insignia mexicana de la cultura pop que además de ser lanzada a los artistas en conciertos ahora abraza a los creadores ganadores en peleas de boxeo.

Estamos ante el nuevo deporte y ante ese gran éxito de la mercadotecnia llamado Dr. Simi.

Ambos símbolos de los nuevos tiempos.

De esos que oscilan entre lo cool y lo kitsch.

Entre la épica y la comedia.

Entre el récord mundial y el descrédito de los nostálgicos aferrados a la idea de que tiempos pasados fueron tiempos mejores.