¿Por qué las redacciones necesitan menos periodistas pero más capacitados?
Lo que las necesidades de los usuarios demandan de las redacciones
Storybakers:
Hay un problema cuando lo que tendría que ser visto como una práctica común es novedad.
Con frecuencia los medios perciben clarividencia en aquello que no hace más que revelar lo que contemplaría cualquier protocolo de lanzamiento de un producto o servicio.
Esa clarividencia que no es más que sentido común ocurre hasta en las grandes mentes periodísticas.
Cuando Marty Baron menciona que “tenemos que pensar en la calidad del periodismo, no en si periodismo aparece en un papel o en la pantalla de una computadora”, no hace una afirmación que vaya más allá de cualquiera pensando que lo que haga lo ha de hacer bien.
Lo mismo ocurre con muchos de los conceptos que aquí expongo y que después son compartidos por ustedes en las redes sociales.
Me ha dado por reflexionar sobre ello tras profundizar en el modelo de User Needs de Dmitry Shishkin.
Es una obviedad vista como clarividencia.
Y con ello no pretendo demeritarla, sino más bien hacer ver lo mal que lo hemos hecho al momento de aproximarnos a la creación de contenido.
Lo que propone Shishkin, un ex periodista de la BBC, consiste en revisar qué es lo que más se lee y cruzarlo con el beneficio o necesidad que ese contenido está cubriendo.
Es, en cierto modo, parecido a lo que cualquier medio hace hoy para elegir qué notas llevar.
Pero con una pequeña gran diferencia, el análisis de datos de Shishkin prioriza la necesidad cubierta del usuario, no la obtención de visitas a costa de lo que sea.
Dicho de otro modo, los medios han optimizado esfuerzos para hacer lo que el algoritmo les pide.
Pero no para hacer aquello que opera en beneficio de los lectores.
Aquí la gráfica de Shishkin:
Para ponerlas en práctica, el Financial Times hace un ejercicio con titulares a partir de información relacionada a la guerra entre Rusia y Ucrania.
Update me (Actualízame): Informar sobre un hecho que está ocurriendo. La versión básica de cualquier noticia.
Sweden and Finland formally submit Nato applications
2. Gime me perspective (Dame perspectiva): análisis sobre las implicaciones de lo que está ocurriendo
How Putin made the EU great again
3. Educate me (Edúcame): dime más sobre una persona o historia para enriquecer mi conocimiento
Inside Putin’s Propaganda Machine
4. Divert me (diviérteme): contenido soft aún frente a una historia hard.
Eurovision winners sing at Polish border on way back to Ukraine
5. Inspire me (inspírame): envíame mensajes que me motiven
Zelensky inspires the world through servant leadership
6.- Keep me on Trend (Manténme en tendencia): lo que la gente está hablando de una historia o suceso
Oscars 2022 red carpet lit up in Ukrainian flag colours
A partir de esas necesidades satisfechas, el modelo de Shishkin, avalado por un experimento impulsado por FT Strategies, muestra lo que ya anticipaba el Digital News Report del Reuters Institute.
Que la gente consume noticias para hacer o conseguir algo más que informarse.
El experimento consistió en que tres publishers británicos distintos etiquetaran al menos mil artículos para identificar la correlación entre cantidad de publicaciones y resultado de las mismas en términos de page views.
En el publisher 1, divertir y educar tuvieron el mayor impacto, mientras que informar (update me) apenas alcanzó el tercer lugar pese a tener la mayor cantidad de publicaciones.
Para decirlo de otra forma, hay una obsesión injustificada por parte de ese medio (y de los medios en general) por dar seguimiento de último minuto a una historia.
Pero para la audiencia esa necesidad lejos está de ser prioritaria.
En el segundo publisher, la tendencia se mantiene.
Aunque educar se desploma en pageviews, termina siendo la aportación de perspectiva la que mejor funciona.
De nuevo, un exceso en cuanto a la publicación de notas informativas.
O de actualización, para decirlo en términos de las necesidades del usuario.
En el tercer caso, la tendencia se mantiene.
Se impone el contenido que educa y se detecta un exceso injustificado en la información vista como noticia.
En este artículo, Aliya Itzkowitz ofrece una serie de pasos para que los medios puedan realizar sus propios experimentos.
En Panmedials, los medios de la pandemia, hago un repaso a las decisiones que llevaron a los medios a su estado de crisis actual.
Propongo también un camino a seguir para salir de esa pandemia en la que nos metimos.
Adquiere aquí Panmedials, los medios de la pandemia, en versión física o digital.
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¿Qué podemos concluir de las necesidades de los usuarios?
Esta vez no hacen falta más estudios para determinar qué quiere la audiencia.
Estos resultados coinciden con los del Digital News Report y con aquel experimento que demostró que el formato de pirámide invertida estaba en decadencia.
Aunque no por fuerza equivalen a lo mismo, que la pirámide invertida caiga en desuso está relacionado a la obsolescencia de la nota informativa.
La conclusión sobre el porqué de esa caída puede consistir en que la información es commodity antes que novedad.
Para actualizarse hay múltiples espacios, para comprender, contextualizar, aprender e inspirarse hay muchos menos.
A los medios les toca recordar esos procesos que se han dado por muertos a partir del declive del papel.
Se cometió un error al asumir que los protocolos sobraban en el terreno digital.
Esa misma planeación e intencionalidad que se le daba a una revista tendría que estar detrás de lo que hacemos en el día a día de nuestras redacciones.
No para burocratizar.
No para desaprovechar el lienzo libre de acción que representa digital.
Sí para que en la cotidianidad los medios se pregunten para qué y por qué hacen lo que hacen.
Sí para que en la cotidianidad cada uno de los miembros de un medio recuerde el propósito con el que fue creado.
En esa clarividencia que es más bien observación, recuerdo este texto que escribí sobre cómo no debíamos llorar por el papel, sino por el periodismo que con él se iba.
La generación de menos contenido pero de mayor calidad representa también un llamado a revisar el tamaño de las nóminas, a eliminar excesos donde los haya.
Es una verdad dolorosa dado que en el fondo siempre nos ha gustado ver a los medios como ejércitos que se juegan la vida a diario con tal de informar.
Pero si algo sí que ha cambiado digital con respecto a print, es que puede valer más la pena tener a unos cuantos elementos de altísimo rango que a muchos de nivel medio.
La tropa corre peligro bajo la eficiencia que demandan los nuevos tiempos.
Atender menos la actualización para llegar a las capas de perspectiva, inspiración y educación demanda gente más capacitada en el entendimiento de eso que está contando.
Ahí está el verdadero desafío de los medios.
Para cambiar de forma tienen que cambiar de fondo.
Y eso implica ser más selectivos en las historias que cuentan pero también en el talento que reclutan.