La era de los Fandoms: ¿en verdad pueden competir los medios contra los creadores-fanáticos?
Los números de YouTube y Claro Sports en París 2024; Medium por fin es rentable; Despidos en la revista Time; ¿Censura AMLO a Denisse Dresser?; The Athletic expande su cobertura de futbol
Storybakers:
La clave está en los fans.
Sin ellos la experiencia no está completa.
El éxito para generar grandes fenómenos mediáticos ya no pasa sólo por la producción de aquello que se controla.
Pasa por la respuesta del público, por las reacciones que se convierten en contenido y por su capacidad de vincularse entre sí para que una propiedad intelectual siga viva aún sin estar activa de forma permanente.
No es sólo la conversión de una audiencia en comunidad.
Es el nivel de involucramiento que esa comunidad tenga tanto en su relación directa con el material oficial de lo que se le está presentando como en su modo de autogestionarse.
Medios y creadores compiten hoy por la atención fanatizada de los usuarios.
Por una atención que evolucione en interés, apego, especialización y creación de contenido.
Pero incluso entre fanáticos hay niveles, porque están aquellos que sólo se limitarán a buscar de forma obsesiva todo aquel contenido que involucre el nicho del que es apasionado.
Están aquellos que además de consumir contenido, participan activamente publicando comentarios dentro de los streams en vivo o aportando dinero para que sus creadores preferidos sigan haciendo más de lo mismo.
Y están aquellos que además de consumir y participar de forma activa, se convierten en referentes de sus propios nichos y, por tanto, en creadores no oficiales de una propiedad intelectual pero con el mismo o mayor impacto que las cuentas oficiales.
Para YouTube estos últimos son los súper fans.
En su recién publicado reporte sobre Culturas & Tendencias, YouTube profundiza en el boom de los fandoms como la forma de consumo en tendencia.
Señala, por ejemplo, que el 94% de los fans en México con entre 14 y 44 años utilizan YouTube para consumir contenido de una persona o interés específico semanalmente.
Más reveladores son los datos que apuntan a que los usuarios no siguen sólo las cuentas oficiales de aquello que los entusiasma sino también a fanáticos que se han convertido en creadores.
La tendencia es aún más clara entre la generación Z.
De acuerdo al reporte, un 87% de los miembros de la generación Z ven o siguen a otros fans que hacen contenido sobre la persona o fans de las que son seguidores.
Dicho hábito no es sólo una alternativa, es un factor indispensable para ellos en su experiencia de consumo.
A este respecto, 59% de la generación Z en México señala que un evento se siente incompleto sin las reacciones, los comentarios y el contenido alrededor de éste.
No es, como lo he dicho en anteriores envíos, el qué como hecho informativo.
Es lo que se produce a partir del qué, es decir, del hecho noticioso, lo que genera la relevancia cultural que tan indispensable resulta para los que aspiran a crear los máximos sucesos mediáticos.
Para los medios estas tendencias complican aún más su existencia.
En este terreno, los creadores llevan las de ganar.
Primero, porque está más que validado que el apego a las marcas personales es mucho mayor que el aprecio a las marcas corporativas.
Segundo, porque el modelo de negocio de los medios pasa, en su gran mayoría, por el volumen.
Está diseñado para grandes audiencias, no para construir y gestionar comunidades.
Para cuando los medios se interesan por un tema, los súper fans del mismo ya tienen tanto sus propios espacios como comunidades especializadas que se consideran más conocedores del tema que cualquier publisher establecido.
En el mismo reporte se indica que un 64% de los mexicanos encuestados de la generación Z están de acuerdo en que sienten que saben más sobre el lore, el canon o la historia de su fandom que otras personas.
Todos los nuevos éxitos virales, incluyendo aquellos que se producen con la televisión como plataforma primaria, se construyen a través del fandom.
Pasa con los súper fans que se convierten en “expertos” de la Casa de los Famosos.
Pasa con cómo la gente sigue las cuentas de los protagonistas de Love is Blind y establecen una comunicación directa con ellos aún cuando la temporada ya ha concluido.
Pasa con los 32 millones de suscriptores con que cuenta Cristiano Ronaldo tras dos días en YouTube.
Y pasó durante los Juegos Olímpicos, donde la gente no sólo quería ver la transmisión oficial, sino también todo aquello que sus creadores preferidos tuvieran que decir.
En la era de los fandoms, los medios o se especializan o estarán en peligro de muerte.
El problema es cómo dominar los nichos suficientes para que el tamaño de lo que se esté haciendo como negocio resulte relevante.
Está por verse que lo consigan.
Aquí más sobre la cultura del fandom.
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Story Baker para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.