El juego del Calamar by Ibai LLanos: ¿en verdad pueden competir los medios con los creadores?
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Storybakers:
Netflix apunta a la Navidad.
Tiene claro que es ese el gran momento de mostrarle al mundo su poder como plataforma.
Año con año se repite la tendencia.
Netflix es la plataforma que utilizan las familias para ver contenido el 25 de diciembre.
Es ese su día pico.
Y este año promete romper todas las marcas.
Lo hace a manera de calentamiento con las películas navideñas de Lindsay Lohan que comienzan a convertirse en tradición.
Lo hará con la transmisión en vivo de los dos juegos navideños de la NFL.
Por mucho el primer gran ejercicio de Netflix relacionado al streaming en vivo de un evento deportivo de nivel profesional.
Si se habló en todo el mundo de la pelea entre Mike Tyson y Jake Paul, se hablará mucho más de las implicaciones de ver la NFL a través de Netflix.
Un día después, el 26 de diciembre, Netflix estrenará la segunda temporada de El Juego del Calamar.
Será, sin duda, el estreno más grande a nivel mundial de Netflix para este 2024.
El Juego del Calamar es por mucho, incluso por encima de Stranger Things, la franquicia que más ha sabido capitalizar Netflix.
Ha probado con experiencias interactivas que fusionan lo físico y lo digital.
Ha ganado notoriedad involuntaria con MrBeast recreando El Juego del Calamar en un video que al día de hoy registra más de 646 millones de reproducciones.
El video más visto en YouTube del 2021 a nivel mundial.
Ha reaccionado a esa réplica creando su propio reality show.
A Squid Game The Challenge le ha ido lo suficientemente bien como para que esté confirmada la segunda temporada.
Sin involucramiento directo, pero igualmente beneficiado por la conversación que se genera, los streamers han hecho de los Squid Craft Games una tradición que en noviembre pasado alcanzó 3 ediciones.
El propio Netflix para seguir generando expectativa ha hecho una colaboración con KFC para crear su propia versión de El Juego del Calamar.
El evento será el 19 de diciembre en Madrid.
Tendrá 456 participantes, un ganador y 40 millones de wones de premio (27 mil euros)
El lugar sede aún no se revela, pero se anticipa que tendrá enormes dimensiones para ser una réplica fiel de lo que han mostrado en la serie.
Se anticipa, a partir de la imagen del evento, que KFC tendrá un rol clave en los distintos desafíos y en la experiencia general.
Se destaca en el material publicitario el mensaje “la prueba del menú”.
El evento será transmitido desde el canal en Twitch de Ibai.
Si bien luce complejo que alcance los 3.8 millones de viewers concurrentes a los que llega con La Velada del Año, no debe descartarse que su transmisión alcanzará entre 400 mil y 750 mil espectadores.
Espectadores, además, que en su mayoría serán más jóvenes que la audiencia natural de Netflix.
Esa experiencia previa podría derivar en que después vean la segunda temporada del Juego del Calamar aún con más interés.
KFC, muy activo en redes tras su campaña de más de 35 millones de views con Javier Ibarreche en México, ha complementado esta colaboración con un menú especial.
La combinación es cada vez más recurrente.
Una marca presentando una experiencia acompañada por un creador de contenido que garantiza el éxito en distribución.
Rara vez estas iniciativas virales se relacionan con medios.
No tienen una comunidad interesada en los streams que puedan activar.
No tienen caras y talentos con la creatividad y el alcance para que la audiencia pueda “comerse un anuncio”.
No tienen llaves de verdadera generación de audiencia en vivo.
Si acaso, quienes más se acercan a esta dinámica, son los canales de streaming entendidos como medios en Argentina.
Pero incluso ellos se quedan cortos ante los promedios de audiencia de los más grandes streamers en español.
A las marcas les interesan los view en TikTok.
Ahí los medios no compiten con buenos resultados.
Les interesan las experiencias que puedan hacerse virales.
Los medios no han desarrollado esas facultades.
A las marcas les interesa vincularse a caras conocidas.
Los medios rara vez tienen a esas marcas personales dispuestas a colaborar.
Por eso se entiende que el futuro de los medios pase por el B2B.
Por lo especializado.
Por la aproximación de industria.
Por el nicho.
Porque ahí sí que pueden construir validación.
Porque ahí sí que pueden llegar a tener autoridad.
Netflix no requirió invertir en medios para que se hable del Juego del Calamar.
Los medios hablan de Netflix porque es generadora de conversación y de visitas.
Netflix sí requirió de Ibai para crear esta experiencia.
Como también ocurrió con KFC buscando a Javier Ibarreche.
La pregunta que queda es si los medios tendrán algo de sentido en el futuro para las marcas de consumo.
Fuera de los medios tradicionales, en digital no se entendería para qué invertir en ellos salvo por una cuestión de branding.
Branding que, por cierto, también se puede resolver y de manera más precisa con inversión en plataformas sociales.
No son, en resumen, buenas señales para los medios.
Y no se ve cómo éstas puedan cambiar.
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