El acuerdo de Prisa y Le Monde con Open AI: la historia se repite, los medios toman las migajas de las tecnológicas
Con acuerdos entre 1 y 5 millones de dólares, OpenAI toma a medios de renombre como estandartes de calidad
Storybakers:
Esta historia ya la vivimos.
Fue hace no mucho.
Cuando Facebook prometía un futuro brillante para los medios.
Cuando Mark Zuckerberg decía que en su adn estaba impulsar que la gente estuviera más conectada y mejor informada.
El discurso fue siempre que habría apoyo para los medios.
Y hubo varios que disfrutaron de esas mieles.
Que monetizaron como nunca con Instant Articles.
Que en meses o incluso semanas alcanzaban el tráfico de medios que llevaban años establecidos.
Que firmaron acuerdos que les dieron oxígeno para operar.
Pero en el 2018 todo empezó a cambiar.
Facebook decidió que las interacciones que importaban eran las significativas.
Esas que se producían entre personas.
Esas que no tenían a medios informativos de por medio.
Y ahí comenzó la caída de los grandes iconos mediáticos de la era Facebook.
Comenzó el derrumbe de BuzzFeed y de Vice.
En México se produjo también la caída de Cultura Colectiva.
Y de muchos más que pensaron tener una marca propia cuando en realidad tenían un alcance prestado.
El último clavo en el ataúd de esa relación ha sido la negativa de Meta a seguirle pagando a medios en Estados Unidos y Australia.
Y en paralelo el rechazo absoluto a promover las noticias en Threads.
Con semejante antecedente de por medio, la industria tiene la oportunidad de actuar diferente frente a un mismo escenario.
Pero no lo está haciendo.
Está entregando sus marcas más valiosas a cambio de ingresos significativos.
Ingresos, según cuenta Tech Crunch, de entre 1 y 5 millones de dólares al año.
La lista de los medios que han accedido a que sus contenidos sean utilizados por OpenAI son aún pocos pero emblemáticos para la industria.
-The Associated Press (AP)
-Axel Springer
-Le Monde
-Prisa Media
Para OpenAI son banderitas de conquista que va sumando en su tablero.
Tiene ya acuerdo con una agencia global de noticias.
Tiene acuerdo con un medio icónico en sectores como la política y los negocios.
Tiene acuerdo con el medio insignia en Francia.
Y tiene acuerdo con la marca más poderosa de periodismo en español a nivel mundial.
Para entrenamiento en materia de imágenes, video y música, tiene un acuerdo con Shutterstock.
El anuncio del acuerdo incluye las típicas frases trilladas de las tecnológicas cuando se habla de medios y periodismo.
La siguiente es un frase de de Brad Lightcap.
Él COO de OpenAI.
Pero podría ser de cualquier otro ejecutivo de Silicon Valley.
“Nuestro compromiso es contribuir a la mejora del periodismo, un pilar clave de las sociedades democráticas e informadas, mediante la aplicación de nuevas tecnologías de IA, y la mejora de las oportunidades para los creadores de contenidos. En colaboración con Le Monde y Prisa Media, nuestro objetivo es permitir que los usuarios de ChatGPT de todo el mundo conecten con las noticias de una forma más interactiva y que tengan una visión más completa de la actualidad”.
La respuesta de Prisa es igualmente un template de lo que hemos visto a lo largo de los últimos años.
Entusiasmo por acercar el contenido a las tecnologías que transformarán el modo en que consumimos.
Una oportunidad para estar a la vanguardia.
Lo dice Carlos Núñez.
Él es Presidente ejecutivo y Consejero Delegado de Prisa Media.
“Unir fuerzas con OpenAI nos abre nuevas vías para llegar a nuestras audiencias. Aprovechar las capacidades de ChatGPT nos permite presentar nuestro periodismo de profundidad y de calidad en formatos novedosos, llegando a personas que buscan contenidos rigurosos e independientes. Este es un paso definitivo hacia el futuro de las noticias, donde la tecnología y la experiencia humana se fusionan para enriquecer la experiencia del lector”.
Para las tecnológicas el apoyo al periodismo ha sido siempre un lavado de cara reputacional más que un compromiso por convicción.
Es tanto su poderío que no tienen problema en entregar una mínima parte de su presupuesto a tener contentos a medios que les sirvan como muestra de que apoyan el ideal de una sociedad informada.
Apoyan a los grandes con pagos que se cuentan en millones de dólares.
Respaldan a los chicos con becas fundamentales para esos medios pero absolutamente insignificantes para las tecnológicas.
Al New York Times hay que reconocerle que se mantiene en su postura de confrontar a OpenAI.
Es el único gran estandarte que por ahora ha dicho que no a un acuerdo definitivo con OpenAI.
Aunque tampoco podemos descartar que en su momento caiga.
Porque detrás de la demanda que interpuso puede no haber más que el deseo de firmar un acuerdo en verdad significativo.
La respuesta para los medios ante un escenario como el de la inteligencia artificial no es clara.
Se entiende, pese a todo, que aquellos con el poder de negociación suficiente opten por aliarse con el que al final les hará daño.
Más vale eso que reciben ahora que nada.
Porque el acceso a la información, al periodismo y a los contenidos los tendrá OpenAI con y sin esos medios.
Las barreras de entrada son mínimas.
A diferencia de una película, serie o programa de televisión que se emite por una señal y es absolutamente distinta a otra, la información es un commodity que está por todos lados.
A veces replicada en su totalidad.
Otras más parafraseada.
Pero siempre disponible.
Con y sin crédito de por medio.
Si ChatGPT no se entrena con los medios de Prisa, se entrenará con otros.
Y si los medios tomaran la decisión conjunta, de por sí una utopía, de no firmar acuerdo alguno con OpenAI, acudiría entonces a entrenarse con publicaciones de usuarios o con el contenido generado por empresas y dependencias gubernamentales.
Lo deseable hubiera sido que los medios actuaran en bloque.
Que se alcanzara un acuerdo colectivo que pudiera beneficiar a todos.
Pero se entiende que los grandes sean los que tomen el dinero sobre la mesa aunque los demás se vayan al carajo.
OpenAI necesita esos estandartes con valor de marca para generar confianza entre usuarios e inversionistas.
Pero en realidad se podrá valer, como lo ha hecho, de fuentes múltiples para entregar información.
Queda pendiente que de verdad se cumpla que en ChatGPT un usuario sólo recibirá una síntesis del contenido original de medios como Prisa y Le Monde.
El mensaje oficial a este respecto es el siguiente:
Over the coming months, ChatGPT users will be able to interact with relevant news content from these publishers through select summaries with attribution and enhanced links to the original articles, giving users the ability to access additional information or related articles from their news sites … We are continually making improvements to ChatGPT and are supporting the essential role of the news industry in delivering real-time, authoritative information to users.
Sea cual sea el resultado habrá inconformidades.
Por un lado, el medio protege su propiedad intelectual accediendo sólo a que el usuario reciba un resumen de lo que ofrece su contenido original.
Por el otro, las capacidades de la búsqueda conversacional pierden una parte muy significativa de su valor al estar limitada a entregar lo que en cierto sentido ya hacía Google desde hace tiempo.
La búsqueda conversacional para en verdad ser revolucionaria habría de entregar todos aquellos resultados deseados por el usuario.
Pero entregarlos, además, ahí mismo.
Como parte de la conversación.
A últimas fechas, ChatGPT ha ido perdiendo valor como herramienta de búsqueda al poner este tipo de limitantes.
En muchos casos, el usuario no busca la entrada a un contenido sino la condensación definitiva de múltiples fuentes para poder ahorrar tiempo y obtener lo que quiere.
Es absurdo pretender que el modelo actual se sostenga en el tiempo.
No tiene sentido que debamos navegar por múltiples páginas para obtener el resultado que buscamos.
No tiene sentido ser parte de una conversación que sólo sirve como plataforma de vuelo para ir a otros destinos.
ChatGPT será todo lo poderoso que puede ser mientras sea un espacio en el que nos podamos quedar sin el equivalente a pasar a la página 36 de nuestros tiempos.
Y tarde o temprano ocurrirá.
Porque se entiende que los medios defiendan su propiedad intelectual.
Pero no se entiende que se pretenda negar un futuro que ha llegado.
Un futuro en el que necesitamos menos pero mejor.
Los medios, otra vez, van a perder esta batalla.
Aunque sea una historia repetida.
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