Cristiano Ronaldo: 20 millones de suscriptores en YouTube y la era del superfan

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Storybakers:

Cristiano Ronaldo ha vuelto a hacer historia.

Si ya no la escribe en la cancha, la escribe fuera de ella.

Porque una vez más confirma su status de estrella mundial que no puede ser opacada ni siquiera por Lionel Messi.

A Messi lo acompañan los títulos colectivos e individuales.

Lo acompaña su talento futbolístico.

Lo acompaña la conformación de una familia ejemplar libre de escándalos.

Lo acompaña el respaldo y la idolatría de uno de los países más futboleros del mundo.

Como futbolista, a los ojos de los títulos alcanzados, Messi es incuestionablemente más que Cristiano.

Pero para la industria del deporte y entretenimiento actual Cristiano es, sin duda, mucho más que Messi.

Porque ha logrado que la aspiracionalidad en torno a él no pase sólo por sus virtudes futbolísticas.

Ha hecho también que pase por querer verse como él, por querer vestirse como él, por poder vivir como él y por competir como él.

Cristiano es, en cierta forma, la combinación de la maquinaría mediática que representó David Beckham con el talento futbolístico de Maradona, de Pelé o del propio Messi.

Tiene lo mejor de los dos mundos.

Y además ha explotado en la era correcta.

En la que la adoración al individuo está por encima del culto al equipo.

Hoy nadie duda que Cristiano es mucho más que el Al Nassr como marca.

Nadie duda que Messi es más que el Inter Miami.

Y los datos a nivel macro también lo confirman.

Un 41% de aficionados entre 25 y 34 años asegura estar más interesado en los atletas individuales que en los equipos.

En comparativa, es el doble de lo que arrojó la misma pregunta a aficionados de 55 a 64 años.

La tendencia seguirá consolidándose hasta nuevo aviso: entre más jóvenes sean los aficionados, más propensos a enamorarse del individuo antes que de las marcas corporativas, por más que se trate de un equipo de futbol.

A este concepto se le conoce como Fluid Fandom o fanatismo fluido.

Seguidores momentáneos que expresan o manifiestan interés por un equipo sólo mientras uno o varios atletas de su interés convergen en el mismo.

Cristiano Ronaldo es una de las marcas personales más poderosas del mundo.

Es la persona con más seguidores del mundo en Instagram al contabilizar 636 millones de followers.

Ha patentado un festejo visual y sonoro identificable para el mundo.

El salto para concluir con los brazos a los costados y el pecho erguido.

El grito de Siiiiiiuuu que se convirtió en meme y también en la forma que encontró su equipo para invitar a que la gente se suscribiera.

El Subscribe se convirtió en SIUUUbscribe 

El CR7 es sinónimo de Cristiano.

CR es también sinónimo de Cristiano.

Su marca es mucho más potente que la de Messi a nivel comercial.

Tiene más guiños identitarios que han trascendido en el tiempo.

De Messi se recuerda el Qué miras bobo que fue una tendencia del momento antes que un símbolo perdurable de su marca.

El LM puede ser de Messi para algunos, pero no para todos.

Lo más viral de Messi es, paradójicamente, ese meme en que todo se marca como penal para Argentina o como penal para Messi.

Ha pasado apenas un día y ya cuenta Cristiano con más de 20.4 millones de suscriptores en su canal de YouTube.

Se hizo con el récord mundial de YouTube al convertirse en el creador que más rápido alcanzó la cifra del millón de suscriptores.

Lo consiguió en menos de 90 minutos.

Como comparativo, el canal de Lio Messi cuenta con 2.4 millones de suscriptores.

Cristiano es el deportista perfecto para la era del fanatismo fluido.

Para la era del superfan, como cataloga YouTube a los seguidores que se convierten en creadores de contenido en torno a las marcas y creadores que aman.

Esos superfans se manifiestan de forma más activa en torno a Cristiano Ronaldo que a Lionel Messi.

Messi no tiene, por ejemplo, a un IShowSpeed que ha terminado por convertirse de forma no oficial en un embajador de Cristiano.

No tiene, tampoco, a un streamer como DJ Mariio que ha terminado por “apoderarse” del festejo de Cristiano para animar los estadios y recintos en que se presenta.

La llegada de Cristiano a YouTube será más que una anécdota con récords mundiales incluidos.

Hasta ahora, los atletas habían concentrado sus esfuerzos en plataformas donde lo que impera es el formato corto.

En Instagram primordialmente; algunos más en TikTok.

Los atletas, por ese peso mediático con que cuentan, también han aprovechado ese poder para firmar grandes contratos como analistas en medios establecidos o incluso con plataformas de streaming para que generen documentales en torno a ellos.

Pero lo de Cristiano apunta a ser distinto.

Porque representaría tener a través de formato largo a Cristiano Ronaldo con invitados y a él mismo conversando con sus seguidores.

Ya en su video con Georgina Rodríguez anticipa que ella sería la primera invitada de muchos.

Que UR Cristiano va en serio.

Aspiracional como es, Cristiano marcará un precedente para que cada vez más deportistas generen para sí un canal de YouTube en toda forma.

Tiene sentido que lo hagan.

Es por mucho la plataforma social que mayores garantías de monetización ofrece.

Y es también la nueva televisión.

YouTube acaba de hacer historia en las mediciones de Nielsen al ser la primera plataforma de streaming que supera el 10% del visionado total en Estados Unidos.

Su catálogo de contenidos es el más poderoso del mundo.

Cuenta con contenido original de creadores.

Cuenta con medios de comunicación que cada vez le dan mayor prioridad a YouTube.

Cuenta con marcas personales construyendo sus propios imperios mediáticos.

Cuenta, cada vez más, con transmisiones deportivos como las de la NFL con el Sunday Ticket o como lo hizo con París 2024 a través de su alianza con Claro Sports.

Y cuenta ahora con el futbolista más popular del planeta.

YouTube, es sin duda, la plataforma en la que hay que estar.

Lo sabe Cristiano Ronaldo.

Y a partir de él serán muchos los que se sumen.